La endodoncia es un tratamiento necesario cuando la pulpa dental está dañada o infectada. Sin embargo, no todos los dientes requieren el mismo enfoque. Existen diferencias importantes entre la endodoncia en dientes anteriores y en molares, tanto en la técnica como en el tiempo de tratamiento. En nuestra clínica en Viña del Mar contamos con años de experiencia y pasión por la excelencia en el cuidado dental, por eso si necesitas una endodoncia y quieres entender mejor el proceso, aquí te explicamos las principales diferencias entre estos dos casos.
1. Número de conductos radiculares
Uno de los factores más importantes que distingue la endodoncia en dientes anteriores y molares es la cantidad de conductos radiculares.
Dientes anteriores (incisivos y caninos): suelen tener un solo conducto radicular, lo que hace que el procedimiento sea más sencillo y rápido.
Molares (premolares y muelas): pueden tener entre dos y cuatro conductos radiculares, lo que hace que la endodoncia sea más compleja y requiera más tiempo.

2. Dificultad del procedimiento
Los molares están ubicados en la parte posterior de la boca, lo que complica el acceso al diente durante el tratamiento.
Endodoncia en dientes anteriores: al tener solo un conducto y estar en una posición accesible, el procedimiento suele ser más rápido y menos desafiante.
Endodoncia en molares: requiere más precisión, ya que el especialista debe localizar y tratar varios conductos. En algunos casos, se necesita tecnología avanzada como microscopios endodónticos o radiografías digitales para visualizar mejor las raíces.
3. Tiempo de tratamiento
Dientes anteriores: la endodoncia puede completarse en una sola sesión si no hay complicaciones.
Molares: el tratamiento puede requerir dos o más sesiones, especialmente si hay infecciones o conductos difíciles de tratar.

4. Sensibilidad y recuperación
El proceso de recuperación varía según el tipo de diente tratado.
Dientes anteriores: la inflamación y sensibilidad postoperatoria suelen ser menores, ya que hay menos tejido afectado.
Molares: debido a la cantidad de raíces y la profundidad de los conductos, el dolor postoperatorio puede ser más intenso y prolongarse por algunos días.
5. Fortalecimiento del diente después de la endodoncia
Después de una endodoncia, es importante proteger el diente tratado para evitar fracturas o daños.
Dientes anteriores: en la mayoría de los casos, basta con una resina o restauración estética, ya que estas piezas no soportan tanta presión al masticar.
Molares: debido a la fuerza que ejercen al triturar los alimentos, es común que se necesite colocar una corona dental para reforzar su estructura y prolongar su durabilidad.

La endodoncia en dientes anteriores y molares tiene el mismo objetivo: salvar el diente y aliviar el dolor. Sin embargo, el procedimiento varía en dificultad, tiempo y costo. Si necesitas una endodoncia, consulta con tu odontólogo para determinar el mejor tratamiento según tu caso. Con el cuidado adecuado, tu diente tratado podrá seguir funcionando de manera óptima por muchos años.